FSC-CCOO Aéreo | 24 junio 2025.

La avaricia de SAERCO y AENA colocan el proyecto de liberalización del servicio de control de AERODROMO en España al borde del colapso.

    28/03/2025.
    CCOO denuncia la situación que viven las plantillas de las Torres de Control

    CCOO denuncia la situación que viven las plantillas de las Torres de Control

    tras convocatoria remitida a representantes sindicales de las dependencias de control, AFIS y OOCC por parte de la dirección de SAERCO, comenzaron las negociaciones para la imposición de las medidas incluidas en la modificación sustancial de las condiciones de trabajo, en adelante MSCT, que SAERCO ha decidido imponer a sus trabajadores.

    Esta MSCT es la penúltima de las medidas que Pablo De Miguel inflige a los trabajadores de su empresa con el único objetivo de seguir medrando en un sector que poco a poco, con cada una de las decisiones que toma, de manera consciente o no, está condenando a su extinción.

    En esta historia hay dos claros protagonistas culpables; AENA y SAERCO.

    Todo comienza el 30 de junio de 2020, fecha en la que AENA aprueba la adjudicación de los tres lotes de torres liberalizadas para el servicio de control de aeródromo por un importe total de 101.894.000 euros. El presupuesto máximo de licitación, impuestos excluidos, fue de 141.628.647,66 euros. Es decir, que los lotes fueron adjudicados con un ahorro medio para AENA de casi el 30% del montante total inicial.

    El Consejo de Administración de Aena, tras la oferta temeraria presentada por el proveedor SAERCO, oferta que lamentablemente resultó ganadora de dos de los tres lotes en liza, aun siendo consciente de que esta oferta resultaría económicamente inviable para cumplir con las obligaciones de pago que SAERCO adquiría con el nuevo dimensionamiento de su plantilla, decidió mirar para otro lado. Una cuenta de resultado de 1934,2 millones de euros de beneficios para el año 2024, suponiendo una mejora del 18% con respecto al año anterior, se ve que no es suficiente para la entidad de gestión pública.

    La avaricia y negligencia de AENA ha llevado a la devaluación del sector liberalizado del control de tránsito aéreo en España. Licitaciones con condiciones leoninas, así como la incompetencia reconocida por parte de los dirigentes de SAERCO, dan como resultado el actual estado de maltrato y persecución que las plantillas de controladores y AFISOs de las torres afectadas vienen sufriendo.

    La iniciativa gubernamental de liberalización de los servicios de control de aeródromo que nació en el año 2010, como consecuencia del caos en el sector del control aéreo que provocó el conflicto con los controladores de la hoy ENAIRE, tiene sus días contados. El egoísmo de AENA acaba con su gallina de los huevos de oro.

    AENA contribuye a la continua devaluación de las condiciones laborales de los controladores aéreos del sector liberalizado y, sobre todo, permite que las empresas que proveen el servicio de aeródromo en las torres de control en los aeropuertos de su responsabilidad campen a sus anchas; mermas salariales dictatoriales, dimensionamientos inapropiados de plantillas, constantes y repentinos cambios de turnos de trabajo con impacto descomunal en la conciliación familiar, cancelación de vacaciones de manera despótica y arbitraria, son las razones, entre muchas otras, que están disparando las bajas por estrés y fatiga. ¿AENA quiere controladores trabajando en estas condiciones en sus dependencias de control?

    A los proveedores privados no les interesa la tecnificación de su personal a través de la experiencia. Todo lo contrario, anhelan la fuga de talento, con lo que esto significa para la seguridad operacional, con el único fin de engordar la cuenta de resultados mediante la inexperiencia de sus plantillas y, por tanto, abaratamiento de la cuenta de gastos. Lamentable estrategia esta para un sector que si de algo se alimenta es de la experiencia.

    SAERCO, empresa que, por sus dirigentes, los hermanos De Miguel, se vio inmersa en turbulentos asuntos judiciales como los casos PÚNICA y LEZO, llegándose incluso al registro de sus oficinas por orden del juez de la Audiencia Nacional Eloy Velasco, es la otra gran responsable de la inminente muerte del sector.

    La estrategia empresarial de SAERCO es el continuo empobrecimiento y maltrato del trabajador experto para que, llegado el grado de hastío, fatiga y estrés necesarios, este abandone la empresa. El sustituto será un controlador alumno inexperto mucho más barato que el primero, por tanto, proporcionará un ahorro instantáneo, que aceptará cualesquiera sean las condiciones porque ha de pagar, alrededor de

    25.000 euros directos, la formación inicial recibida en las escuelas de estos proveedores. Negocio redondo, si no fuera porque este modelo de negocio tiene un impacto brutal en la seguridad de las operaciones y en la gestión del tráfico aéreo, no por la inexperiencia del nuevo controlador, sino por el cruel e insoportable ambiente de trabajo.

    Lamentablemente para SAERCO su escuela de formación inicial, STC - SAERCO TRAINING CENTER, es un completo fracaso. No es culpa de su personal docente, solo es otro ejemplo de la política de empresa caníbal impuesta por Pablo de Miguel. Sirva como argumento corroborador que, por falta de negocio, recientemente esta escuela cerró sus puertas en las instalaciones de la capital para trasladarlas a la sede central de Majadahonda. Curiosamente este inmueble de la periferia de Madrid fue resultado de una compraventa entre empresas del señor De Miguel. ¿Tendrá esta “fuga de capital” alguna repercusión en las negociaciones de la MSCT?

    Muchos son los ejemplos de la estrategia de SAERCO, veamos algunos.

    La tarjeta de presentación fue la eliminación de manera unilateral, sin mediación alguna, de las mejoras laborales conseguidas con el anterior proveedor. Mejoras recogidas en los distintos acuerdos de centro. De un plumazo eliminaron todos estos acuerdos de todas las dependencias de control de reciente incorporación, obviamente huelga decir que las dependencias que SAERCO conservó del lote de Las Islas Canarias no obtuvieron mejora alguna en la vigencia del primer contrato. Todas las denuncias presentadas por parte de los trabajadores en las sedes judiciales correspondientes fueron ganadas, una tras otra, sin excepción. Aun no se han percibido las cantidades adeudadas, la cultura del maltrato incluye el aplazamiento sine die de todas las resoluciones que favorezcan al trabajador. Las primeras denuncias se presentaron en enero de 2022.

    La siguiente medida en la estrategia de SAERCO fue la negativa constante para la renovación del III CONVENIO COLECTIVO QUE REGULA LAS RELACIONES LABORALES DE LAS EMPRESAS PROVEEDORAS CIVILES PRIVADOS DE TRANSITO AÉREO DE MERCADO LIBERALIZADO Y

    SUJETOS A RÉGIMEN CONCESIONAL de fecha julio de 2018.

    El proveedor SAERCO, de nuevo, se limitó a dilatar lo máximo posible las negociaciones, si así se pudiera denominar, con cambios de rumbos constantes, actitudes impropias e inadmisibles para profesionales del sector, ausencia de propuestas que hicieran pensar a las otras partes involucradas voluntad de llevar a buen puerto las negociaciones, y ofreciendo subidas irrisorias que más bien eran un insulto que un punto de partida. Esta actitud contrastaba con la del otro proveedor, SkyWay, que mostraba otras con la parte laboral que supondría abordar un paquete de medidas que habría satisfecho, en parte, lo demandado por los trabajadores, es decir, con posibilidades claras de cerrar con acuerdo la negociación.

    En este escenario sucesivas huelgas fueron convocadas en las que los servicios mínimos impuestos por los proveedores SAERCO y SKYWAY, derivado de una interpretación torticera de los emitidos por la DGAC en cada una de las convocatorias, nombraban unos servicios mínimos del 100% que conllevaban una afección nula en las operaciones aeroportuarias y, por tanto, cercenando de raíz el derecho fundamental que asiste al trabajador.

    Tal y como ansiaba SAERCO, el proceso terminó en arbitraje. La parte sindical, en representación de la masa social asalariada, hastiada esta por la actitud de parte de la patronal representada por la empresa SAERCO, cedió incluso en la elección de quien debía ser la persona mediadora para el proceso. Se inició el arbitraje convocando a las partes a una primera reunión conjunta el día 4 de junio de 2024 en la sede del SIMA.

    Tras varios intentos estériles por parte del mediador de llegar a un acuerdo con la parte empresarial SAERCO, y ante la imposibilidad de que esto ocurriera, aun con los otros involucrados en sintonía para ello, el 29 de julio de 2024 el mediador resolvió, procediéndose el 3 de septiembre de 2024 a publicar en boletín oficial del estado la resolución correspondiente.

    Dicha resolución, en lo que respecta a los trabajadores afectados, recoge mejoras que pone de manifiesto lo injusto de la resolución unilateral de los acuerdos de centro de las dependencias del lote 2 y, por otro lado, supone un incremento en complementos a percibir por el lote 1, lote este que no había disfrutado de mejora alguna en el transcurso de los años.

    Pues bien, lejos de aceptar el LAUDO dictaminado por parte de un árbitro de su elección, SAERCO, de nuevo de manera unilateral, dejando al margen a la otra parte de la patronal, procede a recurrirlo en la sede judicial correspondiente. La AUDICENCIA NACIONAL dicta sentencia el 17 de diciembre de 2024. SAERCO recibe un nuevo varapalo.

    El pasado 16 de enero de 2025, vía correo electrónico de su presidente Pablo de Miguel, SAERCO puso en conocimiento de los trabajadores su intención de cumplir con el contenido del LAUDO, incorporando los conceptos salariales que correspondan a partir del mes de enero 2025. Parecía el fin de un viacrucis para los trabajadores. Nada más lejos de la realidad.

    Tal y como empieza esta nota de prensa, el 5 de febrero comenzaron las negociaciones entre SAERCO y la parte laboral para IMPONER una MSCT. El argumento; la empresa no es viable, la solución; repercutir sobre los hombros de las trabajadoras y trabajadores las perdidas fruto de su incompetencia y mala gestión. ¿Dónde está AENA?, eso querríamos saber.

    El desplante continuo de los representantes de la empresa, ocultando información relevante para su evaluación por la parte laboral, así como el reconocimiento de prácticas de dudosa legalidad, y del todo fuera de toda ética empresarial en estos escenarios, hacen pensar que estas negociaciones no son más que una pantomima de trámite obligatorio antes de la definitiva imposición de la MSCT que la empresa ansia e, ipso facto, la correspondiente demanda por la parte laboral en sede judicial correspondiente. Y vuelta a empezar. Objetivo cumplido por la empresa.

    Los niveles de estrés y fatiga que las plantillas de las torres de control sufren, reconocido así por los controladores las continuas notificaciones de incidentes cursadas, no parecen importar a la AGENCIA ESTATAL DE SEGURIDAD AÉREA, supervisora y garante de los estándares de seguridad operacional en dependencias de control en el estado español.

    ¿Dónde está la AESA?, también querríamos saberlo.

    Las plantillas NO PUEDEN MAS con esta situación, es INSOSTENIBLE.

    La incertidumbre y acoso laboral, el desamparo por parte de las instituciones y el brutal daño intangible en las vidas privadas de estas plantillas nos hace temer lo peor.

    Llegado ese escenario, por nadie deseado, no se sorprendan cuando lo primero que oigan sea; LO SABÍAIS PORQUE OS LO AVISAMOS.