FSC-CCOO Aéreo | 21 noviembre 2024.

8 de marzo: porque nos queremos vivas, libres y unidas

  • El 8 de Marzo, el Sector Aéreo y Servicios Turísticos de CCOO se une a todas las mujeres trabajadoras, para que tengan un empleo de calidad y no tengan que sufrir menor duración de los contratos, mayores interrupciones en su vida laboral, e infrarrepresentación en puestos directivos y consejos de administración.

El día Internacional de la Mujer, coincide con la convocatoria de una movilización para decir basta a la desigualdad entre mujeres y hombres, a la brecha salarial, a las violencias machistas, y a la insuficiencia de medidas para su prevención.

08/03/2018.
El Sector Aéreo y Servicios Turísticos de CCOO en el 8M

El Sector Aéreo y Servicios Turísticos de CCOO en el 8M

Ya ha llegado el día, 8 de marzo, día del que tanto se ha hablado, polemizado y difundido. El día en que, coincidiendo con el Día Internacional de la Mujer, se realizan movilizaciones a nivel mundial en apoyo a las mujeres trabajadoras.

Las mujeres dicen basta, porque llevan toda su vida luchando por tener igualdad, por demostrar su valía, con necesidad de tener que esforzarse el doble por el hecho de ser mujer para intentar obtener un reconocimiento que al hombre ya se le da por nacimiento, mujeres que, a pesar del esfuerzo, quedan relegadas y apartadas por la gran desigualdad, la brecha salarial, o el hecho de ser madres y dar vida.

Las mujeres dicen basta, hasta las que ya no tienen voz, porque la violencia machista se la ha quitado. En 2017, 60 de ellas han sido asesinadas por terrorismo machista. 2018 tiene que ser el año de la visibilización de las violencias cotidianas, que hasta ahora estaban tan normalizadas que no se veían o que no se querían ver. El esfuerzo de las mujeres para acabar con esta lacra debe continuar. Ya no es sólo la mujer la que puede denunciar, también puede denunciar su entorno, y los agentes sociales y políticos tienen que seguir controlando y vigilando para que se cumplan las leyes y que no se juzgue a las víctimas.

Las mujeres dicen basta, porque su remuneración salarial es más baja, las oportunidades de formación y de carrera profesional son limitadas, y las pensiones son menores (las mujeres dejaron de percibir, por un trabajo igual, casi 6.000 euros al año).

Las mujeres dicen basta, por la brecha salarial que aún las asfixia. Una de cada cuatro trabajadoras (el 25%) trabaja a tiempo parcial frente al 9% de los hombres, y esta elección no es voluntaria,  ya que responde a no encontrar trabajo a tiempo completo y a elegir la jornada reducida para el cuidado de los hijos o mayores (61% de las mujeres de entre 35 y 44 años) por el alto precio de los servicios a tal fin. Las mujeres asumen mayoritariamente permisos y excedencias por cuidado (9 de cada 10 son tomadas por mujeres) lo que limita su desarrollo profesional y merma sus derechos y prestaciones sociales.

Las mujeres dicen basta, porque sacrifican mucho más. Las mujeres trabajadoras presentan mayores riesgos de sufrir enfermedades psicoemocionales que los hombres. Estrés, ansiedad, problemas emocionales, insatisfacción sobre todo en el terreno profesional y personal, falta de motivación y de tiempo, o dolor, son solo algunos de los obstáculos que se presentan ante la dificultad de conciliar. La ley de conciliación no se ha desarrollado debido a la crisis, y ahora conciliar es difícil, sobre todo en la empresa privada, por los salarios y la precariedad laboral.

Las mujeres dicen basta, queriendo denunciar la existencia en los propios convenios colectivos de diferencias en la remuneración salarial, como es el caso de los pluses salariales. Más de la mitad de la diferencia salarial obedece al salario base, pero una parte también muy relevante, cerca del 44% de esta brecha salarial, se explica por menores ingresos llegados de complementos específicos. Según datos de CCOO, en promedio, los hombres cobran todos los meses 613 euros en complementos salariales, frente a los 427 euros que reciben las trabajadoras, también un 44% menos.  La disponibilidad, la nocturnidad, u otras cuestiones masculinizadas del trabajo, como el esfuerzo físico o la penosidad, limitan para que en multitud de ocasiones el complemento se dé a una mujer.

Las mujeres dicen basta, por la discriminación que sufren según el tipo de sector donde trabajan y las características de sus puestos. Mujeres y hombres no están presentes en todos los sectores con la misma intensidad.

Los medios de comunicación han hecho eco de algunos casos de desigualdad y discriminación en su entorno laboral en algún momento de su trayectoria profesional en el Sector Aéreo y Servicios Turísticos, mujeres que trabajan en aerolíneas, aeropuertos o agencias de viajes, entre otras. Hay varios casos sonados en los cuales se hace latente esta discriminación de género para las trabajadoras del Sector. El 14 de julio de 2016, el diario digital  laopinion.com, publicaba una noticia donde informaba que  un vuelo de American Airlines, con trayecto Miami-Ezeiza, tuvo que demorar más de una hora su despegue porque 7 pasajeros decidieron bajarse del avión cuando supieron que la piloto y copiloto eran mujeres.

Otros casos también notorios que se han publicado en los medios, se han dado en el colectivo de azafatas, donde las exigencias de las compañías son de todo tipo: edad, talla de ropa o calzado, o peso determinado, o ser solteras y sin hijos. El diario El País publicaba el 10 de Julio de 2017 que la Consellería de Trabajo Balear multó a Iberia con 25.000? por exigir una prueba de embarazo a las aspirantes a convertirse en auxiliares de vuelo. Según publicaba el canal RT en su edición digital el 26 de abril de 2017, el medio ruso RIA Novosti recopilaba algunas de las exigencias para convertirse en asistentes de vuelo en distintas compañías de todo el mundo: las caderas de las azafatas de la compañía Aigle Azur no deben medir más de 100 centímetros; China Southern Airlines no acepta a mujeres con una talla de zapato mayor a la 36; la talla de pecho de las azafatas de  Emirates no debe superar una 75C. El 23 de abril de 2017,  eldiario.es publica que ya eran conocidas las quejas sobre cómo Aeroflot ejerce discriminación por el peso de sus azafatas, o que Qatar Airways ha exigido a sus azafatas estar solteras por contrato (cabe recordar que ITF presentó en 2014 una denuncia ante las Organización Internacional de Trabajo por las condiciones de trabajo a las que se enfrentan las tripulantes de Qatar Airways). Estas situaciones acaban haciendo que se cosifique la imagen de la mujer, en contra de su derecho a tener un trabajo con las mismas condiciones y remuneración que los hombres. A todo ello, y por causas de su profesión, hay que tener en cuenta los riesgos psicosociales que conllevan las radiaciones ionizantes o la calidad de aire en cabina en el desarrollo del embarazo y la lactancia.

En aeropuertos, las trabajadoras del sector del Handling deben de realizar el manejo manual de cargas, y las empresas del Sector y sus mutuas estipulan que, en el caso de embarazo, no hay un riesgo real hasta las 18 semanas de gestación, amparándose en la Guía de la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia.

En el sector turístico, y según el documento de la Organización Mundial de Turismo ("Global Report on Women in Tourism") las mujeres cobran entre un 10-15% menos que los hombres en puestos iguales, y tienen el doble de mujeres trabajadoras en comparación con otros sectores económicos.

En cuanto a la imagen de la mujer en el sector turístico, hay todavía que paliar una notoria promoción de la desigualdad entre hombres y mujeres por motivos publicitarios. El turismo vende un producto intangible asociado a una experiencia o diversión, por lo que prima la imagen por el marketing. Se venden roles sociales estereotipados que perpetúan la desigualdad entre sexos, dando a la mujer un plano secundario, subordinado o denigrante, que pueden contribuir a fomentar comportamientos que implican desigualdad. Tal es el caso del famoso calendario de Ryanair, que mostraba a sus azafatas en bikini o topless para publicitar a la compañía.

Según un estudio del colectivo Women ("The case of change: Women working in hospitality, leisure, travel and tourism") las mujeres trabajadoras del sector turístico tienen grandes dificultades para combinar actividad profesional con responsabilidades familiares. La cultura de las organizaciones es predominantemente masculina, por lo que se dan prejuicios de género que hace que no sean visibles en cargos directivos, o carezcan o son excluidas de contratos laborales, o tengan una remuneración salarial discriminatoria.

El Sector Aéreo y Servicios Turísticos de CCOO trabaja y se esfuerza día a día en poder paliar la discriminación de la mujer trabajadora. Sique luchando para que haya planes de Igualdad y que en los convenios se recojan todas las medidas y avances para paliar la persistente desigualdad, las brechas de género y la discriminación salarial, económica y social que sufren las mujeres.

El 8 de Marzo, el Sector Aéreo y Servicios Turísticos de CCOO se une a todas las mujeres trabajadoras para que tengan un empleo de calidad y no tengan que sufrir menor duración de los contratos, mayores interrupciones en su vida laboral, e infrarrepresentación en puestos directivos y consejos de administración.

El 8 de marzo, es un símbolo para las mujeres de todo el mundo, un día reivindicativo forjado a lo largo de la historia para reivindicar mejores condiciones de trabajo y de vida, porque nos queremos #VivasLibresUnidas.